¿Por qué existe la desigualdad en Argentina?
¿Por qué existe la desigualdad en Argentina? Porque la preferimos. Todos, en mayor o menor medida la preferimos. Por miedo o egoísmo, la preferimos. Así de duro, así de real.
En su libro «Por que preferimos la desigualdad», Francois Dubet asume que el crecimiento de la desigualdad procede de una crisis de la solidaridad, de un desapego a los lazos sociales que nos llevaría a desear la igualdad de todos. Afirma Dubet: «Si no se concede a los otros más que una igualdad de principio, nada impide tenerlos por responsables de las desigualdades económicas que los afectan»
Siguiendo en esta línea de razonamiento, no podemos negar que en estos últimos años ha crecido la desigualdad económica en nuestro país (el aumento de la pobreza y la caída del poder adquisitivo de las clases medias y bajas así lo pone de manifiesto).
Las preguntas correctas para comprender este fenómeno serían, ¿es responsable solo un gobierno? o ¿el gobierno es un reflejo del deseo de una mayoría? ¿por qué una mayoría, aun sacrificando parte de su renta económica, prefiere la desigualdad? ¿por qué no consideramos al otro lo suficientemente semejante como para que también pueda acceder a lo mismo que yo deseo? ¿intentar recuperar los lazos de solidaridad en la sociedad argentina en vez de combatir o culpar a un gobierno nos llevaría a reflejar gobernantes solidarios que trabajen verdaderamente en pos de la igualdad de todos?
Podríamos meternos en la cabeza de los argentinos y escuchar sus pensamientos: “yo quiero la igualdad para todos, siempre y cuando no se vea afectado lo que yo pude conseguir, porque todos los que me rodean son iguales entre si pero diferentes a mi” … de ese modo vamos por lo mejor que podamos conseguir para nosotros, incluso dejando de lado la solidaridad si se interpone entre eso que deseo y el hecho de poder alcanzarlo … ahora cuando observamos situaciones desiguales en el exterior podríamos seguir descubriendo el pensamiento de los argentinos: “que injusticia, esto tiene que cambiar, la culpa la tiene el gobierno … la culpa la tiene el vecino… la culpa la tiene el otro.” Multipliquemos este pensamiento por 44 millones, nos dará como resultado una sociedad egoísta que se verá reflejada en gobernantes egoístas.
La desigualdad mayor es la suma de las pequeñas desigualdades.
Quizás para que cambien verdaderamente las cosas, el secreto sea dejar de echar culpas al otro y observar en nosotros mismos que miedos internos nos llevan a preferir la desigualdad y dejar de lado aquellos lazos solidarios que construyen la igualdad frente a nuestros semejantes.
El resto vendrá por decantación. la realidad externa siempre es un reflejo de la realidad interna. Trabajemos nuestros miedos, recuperemos la solidaridad en los lazos sociales y veremos una argentina de iguales, unida y próspera.
Seba Fernández. Agosto 2018.