Latinoamerica en crisis. ¿Y si creamos una nueva visión?
La palabra “crisis” pareciera haberse adueñado de la mayoría de los países latinoamericanos. Crisis sociales, económicas, políticas. O un poco de cada una de ellas.
Haciendo un breve repaso podemos observar que Argentina atraviesa una profunda crisis económica con una creciente deuda externa y una profundización en el aumento de la pobreza, la inflación y la caída del PBI. Chile atraviesa una quizás impensada crisis social con las clases medias y bajas manifestando en la calle su disconformidad con la situación socioeconómica, pidiendo a gritos una profunda transformación estructural tanto de la economía como de las instituciones. Venezuela atraviesa una crisis social, política, económica y humanitaria producto de la creciente radicalización de un gobierno que hace años ha dejado de ser democrático para transformarse en una dictadura. Bolivia tiene a su sociedad partida en dos, producto del último proceso electoral que se inició con un desconocimiento por parte del actual gobierno de Evo del referendum al que fue sometida la modificación de su carta magna.
Como podrá observarse la actual crisis no hace distinción de izquierdas ni derechas, pareciera ser que ambas, de distinto modo, han fracasado en su intento de construir una sociedad mejor, más justa e igualitaria. Pareciera ser que no hay ideología que pueda darle explicación o respuesta a la profunda necesidad de una verdadera transformación en las estructuras de un sistema que ya no contiene y no brinda soluciones ni respuestas a las demandas sociales.
¿A qué se debe semejante disconformidad, lucha y violencia social? Podríamos encontrar una respuesta si observamos la profunda transformación en la conciencia de los seres humanos que hemos registrado en las últimas décadas. Aunque a veces sea difícil de percibir. No somos los mismos ni las mismas.
La gran mayoría sigue buscando respuestas en los viejos paradigmas políticos y económicos. Que populismo o liberalismo. Que proteccionismo o apertura económica. Que campo o industria. Que capitalismo o socialismo.
No encontraremos respuestas x acá. Seguiremos repitiendo historias en modo loop. Frustración y violencia creciente intentando imponer tal o cual modelo. Pareciera ser que no es el camino.
La discusión debe ser más profunda. Deberíamos observar por donde está pasando esa transformación de conciencia y quizás encontremos algunas respuestas:
Nuevo sentido de la vida. Respeto por la individualidad puesta al servicio de la comunidad. Eso, común-unidad. Unidad en la diversidad. Conexión, respeto y comunión con la madre tierra. Sustentabilidad. Ya no se vive para trabajar, se trabaja para vivir. No más competencia. Consumir lo necesario. Necesitamos menos pero más repartido. Mas igualdad. Hiperconectividad. Imposibilidad de ocultar. Creatividad. Libertad. Respeto. Amor, obvio.
Como sociedad deberíamos poner la energía donde rinda sus frutos, en pensar, sentir y construir lo nuevo, no en discutir lo viejo. Sentir y percibir lo nuevo para manifestarlo en otras estructuras. Ahí está el desafío.
Y dicho desafío debe transmitirse y compartirse con nuestros hermanos y hermanas. Comencemos a realizar reuniones en nuestros hogares, plazas y lugares públicos para que la nueva sociedad comience a ser realidad. Es nuestra responsabilidad construir una nueva visión de paz y unidad para evolucionar.
El tiempo es ahora.
Seba Fernández. Octubre 2019