Espiritualidad política para la evolución social
Durante los años 2021 y 2022 se reeditará la mítica batalla entre Saturno y Urano debido a la cuadratura (tensión, fricción) que ambos planetas sostendrán en estos tiempos. ¿Será el inicio del tiempo de las nuevas ideas en triunfo?
En la Teogonía, Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea (la tierra) urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de pedernal y pidió ayuda a sus hijos. Solo Cronos (Saturno), el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, lo castró con la hoz y arrojó los genitales tras él. Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias y las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita. Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Cronos.
Venimos de un 2020 donde Urano en Tauro volvió a encontrarse con la madre tierra, con Gea, generando infinidad de transformaciones (incendios forestales, sequías, inundaciones), el fortalecimiento de la economía digital a través de infinidad de nuevas monedas y el fortalecimiento de las ideas protectoras del medio ambiente. Estos hechos e ideas fueron despertando conciencia en muchísimos seres humanos acerca de la necesidad de transformar de modo urgente nuestra relación con la madre tierra, con la economía y el consumo (nuevas ideas). Urano viene reteniendo a esas ideas (hijos) en el seno de su madre, con lo cuál siguen en su período de gestación.
Allí es donde la madre tierra le pide a Saturno (Cronos) que la vuelva a ayudar. Saturno desde el signo de Capricornio reapareció este año (2020) con toda su fuerza limitando el crecimiento de la humanidad y encerrándola para obligarla a reflexionar acerca de la imposibilidad de continuar de este modo, con este sistema de consumo que nos está llevando a la autodestrucción. Esa fue la misión de Saturno durante el 2020 ubicándose en el signo de Capricornio, que nos obligó a observar estas catástrofes y a pensar en nuevas ideas, que no son ni más ni menos que aquellas que Urano en Tauro mantiene en el seno de su madre.
Los años 2021 y 2022 estarán dominado por los aspectos tensos (cuadraturas) entre Saturno ingresando al signo de Acuario y Urano (regente de Acuario) desde Tauro. Seguramente será el momento donde, tal como nos cuenta la mitología, Saturno castrará a Urano permitiendo la masificación, el esparcimiento de esas nuevas ideas que tanto estamos esperando y por las cuales tanto estamos pujando quienes luchamos por una transformación de la humanidad. Dichas ideas llegarán a toda la humanidad favorecidas por la energía de red acuariana.
Y como vaticina el mito, no sin tensión ni sufrimiento, así posteriormente Saturno recibirá su castigo por el crimen cometido, anticipando la victoria de Zeús (Júpiter) sobre Cronos (Saturno) dando comienzo así en los próximos años a un nuevo ciclo de prosperidad y evolución para toda la humanidad.
Plutón terminando su recorrido por capricornio y ayudará al derribo de las viejas estructuras y Neptuno desde Piscis nos permitirá lograr que esas nuevas ideas, que este nuevo contrato social sea mucho más espiritual y empático.
Se vienen grandes cambios y transformaciones, con tensión, con sufrimiento que requieren nuestra férrea presencia para ayudar a plasmar estas nuevas ideas y no dejarlas en manos de quienes quieren volver a generar un ciclo de poder concentrado y acumulación de riquezas y conocimientos.
Es nuestro momento. No lo dejemos pasar, seamos responsables con laco-creación del nuevo mundo.
Seba Fernández. Enero 2021