Hacia una política consciente y de unidad
Nos queda una revolución social y política por hacer. Dicha revolución es urgente y debe llevar como bandera una nueva política, consciente y de unidad. La nueva política debe ser ética, espiritual e integradora de la diversidad humana.
Si intentamos abstraernos de los aspectos ideológicos que nos definen individualmente y analizamos fugazmente la historia de la humanidad en los últimos dos siglos seguramente llegaremos a la conclusión que ni izquierdas vs derechas, ni populismos vs liberalismos, ni capitalismo vs comunismo, han resuelto las problemáticas básicas de las sociedades, ninguna ideología nos ha hecho felices ni ha encontrado respuestas ni soluciones integradoras, justas y duraderas en el tiempo para los grandes problemas y las grandes preguntas de los seres humanos. Hambre, guerras, pobreza, salud, techo, trabajo y educación son los principales temas jamás resueltos.
La misma historia nos demuestra que las revoluciones sociales que han priorizado la transformación de los marcos políticos y económicos dejando de lado la transformación interior de los individuos, en mayor o menor medida, han fracasado.
¿Por que seguimos intentando buscar respuestas y soluciones con las mismas herramientas y en el mismo nivel donde el problema a resolver fue creado? Parafraseando a Einstein, “No podemos resolver los problemas con el mismo nivel de pensamiento que usamos cuando se crearon”. ¿No será que el problema de la humanidad no es político ni económico sino de consciencia? ¿Y si intentamos cambiar el paradigma de pensamiento con el cual solemos resolver nuestros problemas? ¿En definitiva no son los mismos problemas los que toda la humanidad bajo las diversas ideologías quiere resolver? ¿Por que gastar energías en la lucha que significa querer imponer una idea por sobre otra y no poner toda esa energía para encontrar respuestas y soluciones innovadoras y creativas a los problemas que nos aquejan?
Hoy vivimos una emergencia global con un sistema que parte de un paradigma que está en crisis. Dicho paradigma está dominado, en general, por las siguientes características: predominio del ego y la competencia sobre el nosotros y la cooperación, predominio del tener sobre el ser, visión amigo vs enemigo, visión antropocéntrica del universo, consumo excesivo de bienes materiales.
Así el marco de situación, estoy convencido que es hoy el momento de accionar la revolución que nos queda por hacer, una revolución ETICA y ESPIRITUAL guiada por el CORAZON de los seres humanos con la mente a su servicio para lograr disolver los odios, enemistades y falsas dicotomías. En definitiva todos somos parte del mismo tejido social y lo que afecta al otro termina afectándome directa o indirectamente a mi.
Debemos reencotrarnos bajo la certeza de saber que todos somos UNO para llevar adelante la revolución que nos queda por hacer. Una política consciente y de unidad es posible.
Seba Fernández.
Abogado. Conductor de radio en “Alquimia del Alma”. Asesor en política y espiritualidad.