Acerca de las elecciones legislativas 2021 en Argentina
Las campañas electorales representan una maravillosa ventana de oportunidad para evaluar como funciona el sistema político y observar que nos reflejan de nuestra sociedad los dirigentes políticos que se presentan a elecciones, tanto a través de sus debates, presentaciones en programas de radio y TV, opiniones en redes sociales, etc. Es por ello que comparto algunas de mis reflexiones acerca del actual momento político en Argentina:
1. Hay dos modelos de país.
Frase que se viene repitiendo desde hace décadas en Argentina y nos deja en un eterno loop fracasos estrepitosos en diversas gestiones políticas.
Lo que me pregunto es: si en el actual sistema dos sectores pujan por modelos de país distintos, sin buscar acuerdos y sin mayorías absolutas en ambas cámaras, en modo “disputa permanente”, fijando posiciones absolutas e irreductibles, ¿puede el modelo triunfante en una elección llevar a cabo sus ideas de modo que las mismas funcionen y obtengan resultados contundentes en términos de ayudar a nuestra sociedad en su evolución? Aquella minoría que circunstancialmente gana las elecciones, ¿cómo hace para gobernar sin acuerdos bajo las reglas del actual sistema democrático que necesita del equilibrio de los 3 poderes para funcionar?
La respuesta es que no lo puede hacer, debiendo recurrir a herramientas como los decretos y las decisiones unilaterales de 15 o 20 personas que dicen «saber que hay que hacer para sacar el país adelante»
¿Democracia por aquí entendida como la búsqueda de consensos entre los distintos representantes de las distintas vertientes ideológicas en las que se manifiesta la ciudadanía ? Ausente con aviso.
2. Energéticamente ambos modelos gastan la mayor parte de su energía en luchar contra el otro, en anularlo, en descalificarlo, en criticarlo. Energía que vale oro al momento de crear, pensar, amar y ponerse «al servicio» de un país y sus ciudadanos. En consecuencia podríamos preguntarnos ¿Si la energía del ser humano es limitada, qué ínfimo porcentaje de la misma queda disponible para crear, pensar, buscar acuerdos y soluciones para los problemas de la sociedad?
Quienes se enfrentan en esos dos «modelos» ¿aman al país? ¿U odian lo que el otro representa? ¿Que lugar ocupa en su «mágico y excluyente» modelo de país quien piensa distinto, quien tiene otro modelo en su mente? ¿Se puede construir una sociedad excluyendo o cancelando las ideas de la minoría que circunstancialmente no gobierna?
Nuestro país vive la cristalización de la imagen de esos supuestos dos modelos enfrentados desde hace décadas, quizás sea hora de encontrar esa síntesis que nos permita colocar toda nuestra energía en la construcción de lo nuevo y no más en las campañas berretas dónde nos obligan a debatir desde trincheras que solo existen en la mente tóxica de quienes gobiernan (y han roto todo).
3. Por último, ¿han reparado cuáles han sido los temas dominantes de debate en las redes y los medios en estas semanas que llevamos de campaña (investigar en medios de comunicación dichos debates durante los meses de Agosto y Septiembre de 2021 en Argentina)? Los ayudo a hacer memoria, nos obligaron a debatir: la foto y el video de la fiesta clandestina y fuera de la ley que realizó el presidente junto a la primera dama en Olivos, la fiesta de cumpleaños que realizó en su casa con mas de 70 personas sin respetar protocolos por parte de una de las principales líderes de la oposición, el video de una docente desaforada gritando y adoctrinando a un alumno en su clase, la foto de un diputado rascándose sus partes íntimas en medio de un acto, la cantidad de veces que un peronista tiene relaciones sexuales por el solo hecho de ser peronista y una difamación de la astrología a causa de la respuesta que diera una candidata a diputada por la Provincia de Buenos Aires en un reportaje periodístico.
¿No les parece demasiado? ¿Qué y cómo hacemos quienes tenemos la profunda necesidad ciudadana de saber como se piensa resolver la crisis inflacionaria, el avance narco en ciudades como Rosario y Buenos Aires, la salud en pandemia de la población, la necesidad de una reforma impositiva, la generación de empleo para ir saliendo paulatinamente de los planes sociales, la necesidad de una profunda transformación del sistema educativo, las gravísimas problemáticas socio ambientales que vive nuestro país, etc. ?
Es por todo ello que nuestra reflexión en épocas electorales debería ser mucho mas profunda y consciente que la de llegar al cuarto oscuro y «tomar partido», para así romper de una vez y por todas esta cristalización de disputa entre «modelos antagónicos» que se echan culpas, viven mirando el pasado y solo logran empeorar día a día nuestra calidad de vida en esta sociedad que compartimos y co-creamos.
Sebastián Fernández. Septiembre 2021.