Como comprender y acompañar el proceso evolutivo
de la humanidad
Aprendiendo a través de la dualidad
¿Qué es lo que está ocurriendo en el planeta tierra? ¿Por qué han aumentado exponencialmente los fenómenos extremos en los últimos años? ¿Enloquecimos todos de golpe? ¿O estamos viviendo tiempos de profundo cambio que van mucho más allá de lo que nuestros cuerpos y mentes podrían llegar a comprender? ¿Por qué socialmente se manifiestan posiciones antagónicas que parecen irreconciliables, incluso en sociedades que parecían “modelo” frente a los ojos del mundo? ¿Cómo comprender para salir de este atolladero?
Por estos tiempos que corren, creo de ineludible importancia repasar dos conceptos fundamentales que nos serán de mucha utilidad para comprender que está sucediendo y hacia donde debemos enfocar nuestras energías para evolucionar.
Primero debemos saber que el planeta donde vivimos es un ser vivo y consciente como lo somos nosotros y que tiene sus propios procesos internos y externos de evolución, como también los tenemos nosotros. Como todo proceso interno de nuestro cuerpo, las células juegan un rol fundamental, siendo el ser humano al planeta tierra lo mismo que las células a nuestro cuerpo humano.
En segundo lugar, es fundamental comprender el concepto de dualidad. Quizás sea a través de este concepto, el mayor aprendizaje que vinimos a experimentar quienes estamos encarnados en este planeta. Todo en la tierra es dual. Día y noche. Masculino y femenino. Bueno y malo. Amor y miedo. Vida y muerte. Felicidad y tristeza. Etc. Y si nos ponemos a repasar brevemente los momentos más relevantes de nuestras vidas, podremos ver que los aprendizajes que hemos tenido, siempre han llegado de la mano de este concepto.
Ahora bien, comprendidos estos dos conceptos podemos seguir adelante y decir que somos seres divinos creados a imagen y semejanza de Dios, ya que tenemos la posibilidad de co-crear con otros seres humanos nuestras propias realidades, de ello no hay duda… pero hasta allí llega nuestro “poder” dentro de este cuerpo humano, a la co-creación entre pares ; y bajo ningún punto de vista podemos influir en los procesos internos o externos de seres más evolucionados que nosotros, como lo es nuestra adorada madre tierra… es por ello que no podemos modificar ningún proceso de Gaia ( volcanes, terremotos, clima, etc. ) y mucho menos del universo vivo… pero si es fundamental comprender que ellos como organismos vivos, también tienen sus procesos internos y co-crean entre pares.
Nuestro planeta, al formar parte de un organismo vivo mucho más grande y poderoso denominado universo (quizás en este organismo nuestra tierra sea como una pequeña célula del mismo) está cambiando de vibración desde hace varios años y como consecuencia nosotros también lo estamos haciendo y sufrimos esas consecuencias. Siéntanse por unos instantes una célula de su cuerpo… ¿Qué posibilidad tiene esa pequeña célula de decidir sobre los cambios vibracionales que consciente o inconscientemente nosotros realizamos sobre nuestros cuerpos? Por ejemplo cuando decidimos vibrar en una frecuencia de amor (estar en familia, con nuestros amigos, con nuestras parejas, reír, etc.) todo nuestro cuerpo y células vibran en esa misma frecuencia, cuando decidimos vibrar en una frecuencia de miedo, todas nuestras células se ven afectadas por dicha vibración.
Habiendo comprendido ello, seguramente será mucho más fácil (a pesar de la resistencia lógica que opone nuestro ego) comprender que el cambio de vibración del planeta y la evolución en su proceso consciente nos afecta. Nos guste o no nos guste. Y no podemos hacer mucho para modificarlo… si queremos subsistir como especie, tenemos que aprender a vibrar en dicha frecuencia y acompañar a la tierra en su proceso evolutivo. Volviendo a la comparación con las células de nuestro cuerpo, las mismas se van adaptando a nuestros cambios… y aquellas que no se adaptan terminan muriendo, transformándose, etc.
Ahora entonces será mucho más sencillo comprender que proceso estamos viviendo los seres humanos en este preciso momento. Estamos viviendo un profundo proceso de cambio que va mucho más allá de nosotros mismos y sus consecuencias se van manifestando, tanto en el comportamiento de los seres humanos en el planeta, como así también en los importantes cambios que va sufriendo la naturaleza.
Ahora recuerden el concepto de dualidad, del que tanto aprendimos y seguiremos aprendiendo … veremos manifestarse por estos tiempos las dos energías… la energía de lo viejo, acorde con la antigua vibración del planeta que se va a observar manifestada a través de las guerras, el egoísmo, la violencia, el apego a las formas y a lo material, etc. Todos aquellos seres humanos que habitan nuestro planeta y que por temor a lo desconocido o por seguir aferrándose a viejos paradigmas y estructuras elijan seguir vibrando en la antigua frecuencia del planeta, experimentaran fuertes situaciones de dolor, temor, violencia, contradicción y vivirán una profunda separación del “otro” reflejada en discusiones estériles, como ser las miles que día a día nos separan de nuestros hermanos. Seguramente se perderán muchas vidas humanas en guerras o desastres naturales debido a esta depuración que irá haciendo el planeta en su proceso conciencial interno.
Y por otro lado, la energía de lo nuevo… quienes puedan comprender y vibrar en esta nueva frecuencia (de amor, de respeto por la vida de todos los seres vivos del planeta, de respeto por las ideas del otro y donde importe mas el SER que el TENER) por la cual el planeta ya ha comenzado a transitar, seguramente podrán ir acompañando de manera consciente el proceso que vive la tierra y como consecuencia vivimos y vamos a seguir viviendo como humanidad.
Transitando este nuevo camino, comprenderemos que todos somos uno, no solo junto al resto de los hombres y mujeres que habitan nuestro planeta, sino también con toda la naturaleza existente y manifestada, es decir con toda la tierra en su conjunto.
El planeta tierra ha comenzado un profundo cambio conforme a reglas universales que seguramente exceden nuestra capacidad de comprensión. Ese cambio es decisión consciente de la tierra. Nosotros lo estamos comprendiendo, como siempre ha ocurrido, a través del gran maestro “dualidad”… dicho camino de cambio y transformación es irreversible … está en nosotros elegir de que modo transitarlo.
Seba Fernández. Enero 2017.